
La verdad es que me ha encantado y sorprendido las veces que he paseado por ahí y sin embargo no era capaz de mirar toda la cantidad de aves diferentes que tenemos en nuestro entorno.

¡Hasta un pato mandarín que lleva en Burgos 2 años y nadie sabe como ha llegado a nuestra ciudad! El pobre se lucia al lado de una pata, pero ella no tenia mucha pinta de hacerle caso y mira que es llamativo...
Bueno, un par de fotos de la bonita mañana que he pasado...
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